Los principales focos de contaminación por Legionelosis se relacionan en circuitos de agua potable dentro de las instalaciones, domésticas e industriales, y en circuitos de refrigeración o acondicionamiento de aire de los edificios.
En la prevención de proliferación de Legionelosis en los circuitos de agua potable, es importante aplicar protocolos de vigilancia mediante un sistema de autocontrol en los que incluya una rutina de revisión de los equipos de desinfección, así como medidas orientadas a evitar la estanqueidad del agua. Estas recomendaciones se establecen según Real Decreto 865/2003 y desarrolladas por la Norma UNE 100030:2017 de Prevención y control de la proliferación y diseminación de Legionella en instalaciones.
Las instalaciones donde más comúnmente se produce su crecimiento y dispersión al ambiente son los circuitos de distrubución de Agua Caliente Sanitaria (ACS), sistemas de climatización y torres de refrigeranción. Es de especial atención las aguas termales de centros de rehabilitación y recreo, equipos médicos de aerosolterpia y las fuentes decorativas con un alto nivel de aerosolización.
La Legionella, además de una temperatura entre de 20 y 50 ºC y la presencia de materia orgánica o lodos, desarrolla su crecimiento gracias a materiales de corrosión y microorganimos como amebas y algas, entre otros, que les sirven para la creación de un sustrato de protección conocido como "Biofilm" y que se ayuda de las malas condiciones de conservación en el interior de las tuberías.